se sabe que existen los oidos que no oyen las palabras ahora,
que existen crujidos en las ramas que abren los huesos,
que los hombres se roen con actos de egolatria,
la patologia narcisista del agobiado por ser tacito,
se oyò hablar, de soldados silenciosos cobijados en sueños,
nunca bajaran, a los hilos del semiconductor, que todo lo vierte sobre aceite caliente.
eres tu al final,
la mucosidad que trae una vida desde su precipicio,
balbuceando en angustias la histeria y el opio,
que no cabe en dos cables inflamables,
que no rie cuando las copas se alzan.
llegue al espectaculo que no cambia,
esperando las luces que traen peligro en los juegos,
y despierto tocandome las rodillas para verme doblar,
quebrar la rama, y soltar el arbol,
dejando solo las manos incurtadas en valvula mordaz.
te sacaria de los vestidos elegantes,
burlando completamente la sonrojada mejilla que se templa,
estaria siendo la sombra sobre piel, o el espectaculo onirico parlante,
jadeante, sacaria los besos de que dejaron los narcisos en prision.
usted escuche,
que cuando no se abre el despertar,
es dificil no pensar que es tarde,
prometer dejar soñar,
y que quizas,
podria olvidar lo de anoche.
joven abuelo redentor noruego mundano,
y las silabas me quedan siempre como regalo,
no es tarde para unos puntos suspensivos...
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